COSMETOLOGÍA CAPILAR

Todo empezó cuando tenía 15 años, por esos tiempos mi Mamá cortaba cabello, hacía ondulados muy de moda en los 80´s, tinturas, peinados y todo lo relacionado con el tema, sin darme cuenta, siempre observaba lo que hacía tratando de entender el motivo de cada movimiento; cierto día, estábamos reunidos el grupo de amigos de la cuadra, unos ocho en total, fue entonces cuando Miguel Angel me dijo que tenía una cita con una amiga pero estaba muy mechudo y no tenía plata para el corte, quería saber si mi Mamá le podía hacer el favorcito y él le pagaba después, por mi parte le dije que mi Mamá no estaba pero que con mucho gusto Yo le cortaba el cabello, instantáneamente todos soltaron la carcajada, pero yo me mantuve firme inventando que mi Mamá me había dado clases y que llevaba varios meses cortándole el cabello a todos en la casa, al ver la seriedad de mi postura y en medio de la preocupación por solucionar su problema, Miguel Angel me creyó y aceptó la propuesta.

Me fui de inmedito a la casa para tomar todos los utensilios de peluquería de mi Mamá quien me pilló en medio del asalto, le conté la historia y en su preocupación me rogaba que le contara la verdad a Miguel Angel, que ella le hacía el corte gratis, le expliqué que no pensaba pasar por alto esta oportunidad y que no daría brazo a torcer, mi madre ya resignada, decidió darme una clase intensiva de cinco minutos; salí apresurado a la casa de mi víctima acompañado del grupo de amigos quienes me preguntaban asombrados si iba a ser capaz de trasquilar a Miguel Angel, Yo respondí que sí y que requería su complicidad. Una vez instalados, le coloqué la capa, le mojé el cabello con el rociador, empecé a peinarle el cabello, todo tal como lo había visto y analizado decenas de veces, pero al momento de tomar las tijeras, ¡Que Vaina!, esto no es tan fácil, cortaba de un lado y cuando trataba de emparejar en el otro, se me iba la mano, así que repetía la dosis en el primer sitio, despues de veinte minutos, la tarea quedó terminada, esto era parecido a podar un árbol, afortunádamente mi crédulo amigo era crespo y esto disimulaba mi falta de entrenamiento, pues bien, Miguel Angel se fue disparado a su cita y no se dio por enterado de lo que había sucedido.

Por esas cosas de la vida, en los días siguientes nadie tuvo oportunidad de contarle la verdad al incauto, quien al mes de los hechos, me pidió que repitiéramos la faena; en esta ocasión le dije que estaba muy ocupado, que requería un par de días, tiempo suficiente para tomar unas clases más extensas con mi Madre, pues bién, esta segunda experiencia fue mucho más seria al igual que el resultado, despues de esto, empecé a cortarle el cabello a todo el que se cruzaba por mi camino con la asesoría de la experta; mi Mamá se quejaba por que le estaba robando la clientela pero la verdad es que le gustaba verme en acción, esta actividad me mantuvo entretenido por tres años, tomé algunas clases con un par de primos estilistas profesionales, pero ya mi actividad estaba en declive, el ingreso a la Universidad y un trabajo formal no me daban espacio para este pasatiempo, hoy día solo le corto el capul a mi hija de vez en cuando, que buenos recuerdos me dejó la Cosmetología Capilar.